Baños de parafina, ¿qué son?
La parafina es un hidrocarburo blanco que por su aspecto maleable y su alta conductibilidad térmica se utiliza en como agente terapéutico y calmante del dolor en procesos reumatológicos, artríticos, contracturas, rigidez, tendinitis o torceduras.
Aplicación:
En primer lugar, se introduce la mano en un recipiente con parafina varias veces, después se retira, se cubre la zona con un plástico y se deja secar por unos 20 minutos.
El efecto de los baños es paliativo, es decir, no cura pero sí alivia el dolor, además relaja la musculatura, alivia los espasmos e incluso las contracturas. Su efecto terapéutico es seis veces superior al del agua y la duración es más duradera.
Indicaciones:
Los baños de parafina son recomendables en casos de artrosis, artritis, inflamación localizada y dolor, rigidez muscular e incluso para tratamientos de belleza (problemas de deshidratación, sequedad, falta de elasticidad, piel agrietada o descamada).
Ya ves que puedes aprovechar tus sesiones de fisioterapia para embellecer tus manos y rehidratar tu piel, todo ventajas.